Vivimos en comunidad, compartimos espacios, servicios, personas que cuidan lo que es de todos y tomamos decisiones para el edificio. Y para que todo esto funcione, para que el ascensor no deje de andar, para que el portero cobre bien, para que los pasillos estén limpios y seguros… existe un concepto esencial: las expensas.
Las expensas, también llamadas expensas comunes, son los pagos regulares que hacen los propietarios (o quienes ocupan la unidad) para sostener el mantenimiento, los servicios y los gastos necesarios de los espacios comunes del edificio. No es un “adicional molesto”: es lo que permite que el lugar en el que vivís siga siendo habitable, seguro, cómodo y valorizado.
Este régimen está regulado por la propiedad horizontal, la normativa legal que define cómo se convive en edificios de varios dueños, qué son las partes propias (tu departamento, cochera, baulera, etc.) y qué son las partes comunes (pasillos, ascensores, techo, circulación, hall, y todo aquello que todos usamos). Argentina.gob.ar
Para que no haya sorpresas, es esencial distinguir:
Expensas ordinarias: cuestan todos los meses, cubren los gastos habituales como salarios del encargado, limpieza, luz de los pasillos, mantenimiento rutinario, seguros, honorarios del administrador, etc. Argentina.gob.ar
Expensas extraordinarias: cuando aparece algo que no estaba previsto con regularidad, una reparación mayor, una remodelación importante, siniestros, mejoras, intervenciones que escapan al día a día. Argentina.gob.ar
No alcanza con “ser dueño”: la ley estipula que quien posee una unidad funcional (o la ocupa, dependiendo de lo que diga el título de la propiedad o contrato) debe asumir estas obligaciones. No pagar expensas tiene consecuencias legales: el administrador puede certificar la deuda y generar juicios ejecutivos para recaudar lo adeudado. Argentina.gob.ar
Aun si no usás algún servicio común (por ejemplo, si no usás la terraza, cochera, etc.), por lo general tenés que cubrir la parte proporcional, salvo que el reglamento de copropiedad exima expresamente alguna unidad de ciertos gastos. Argentina.gob.ar
Para entender la importancia práctica, basta ver los números. En Córdoba, los costos promedio de expensas han subido muchísimo: algunos relevamientos muestran incrementos del 200-300% interanuales en ciertos momentos. Lavoz
Estos aumentos no solo impactan el presupuesto mensual de quienes son propietarios, sino también de quienes alquilan, de quienes compran para vivir, o para invertir. Porque las expensas afectan directamente el costo de vida y la rentabilidad de un inmueble.
Si sos propietario, futuro comprador o inquilino, estos consejos te pueden ayudar:
Revisá siempre la liquidación de expensas: verificá qué rubros componen los gastos mensuales. Que haya claridad sobre quiénes prestan los servicios, precios, proveedores, etc.
Chequeá el reglamento de copropiedad: ahí figuran qué servicios comunes existen, qué exenciones hay, cómo se distribuyen los costos. A veces hay cláusulas que vos podés negociar o que aclaran responsabilidades.
Considerá los aumentos previsibles: servicios públicos, sueldos del personal, seguros, mantenimiento, escaleras, ascensor, etc. Estos costos suben, muchas veces por inflación. Tener un margen de previsión ayuda para evitar sorpresas desagradables.
Mantené buena relación con tu administrador y consorcio: transparencia, diálogo, participación. Saber qué se está haciendo, qué presupuestos se aprobaron, cuáles son prioridades de mantenimiento, etc., suele redundar en expensas mejor administradas.
Porque una propiedad con expensas claras, justas y bien manejadas se transforma en algo más que un techo: es tranquilidad, es valor sustentable, es confianza. Si un edificio tiene buena administración, servicios funcionando, estructura mantenida, no solo mejora la calidad de vida de quienes habitan, sino también la valorización del inmueble.
Y para quienes buscan comprar, alquilar o invertir: conocer bien las expensas es parte esencial de la decisión inteligente.