Alquilar una casa o departamento tiene sus ventajas: libertad, flexibilidad, no estar atado al mantenimiento total de cada detalle. Pero también una pregunta que aparece con frecuencia —y a veces con ansiadera incertidumbre— es: ¿y si se rompe algo? ¿A mí me toca pagar o al dueño?
La buena noticia es que, en Argentina, la ley es bastante clara. Y en Castiñeira Salguero creemos que conocer tus derechos y obligaciones te da poder para alquilar con tranquilidad. Acá te lo explicamos paso a paso para que no haya sorpresas.
El Código Civil y Comercial de la Nación establece varias obligaciones que distribuyen responsabilidades entre locador (dueño) e inquilino (quien alquila). Algunos puntos clave:
El dueño debe entregar el inmueble en condiciones de habitabilidad, es decir, para que pueda usarse como se pactó desde el inicio. argentina.gob.ar
También debe conservar el inmueble durante el alquiler: reparar lo que no es culpa del inquilino, mantener los servicios, infraestructura, instalaciones mayores. argentina.gob.ar
El inquilino, por su parte, responde por los daños que él mismo (o sus invitados) provoquen, y por el mantenimiento menor: los arreglos pequeños que surjan por el uso cotidiano del inmueble.
No todas las roturas se tratan igual. La ley distingue, y eso define qué tan rápido debe actuar el dueño, y qué posibilidades tiene el inquilino si no lo hace.
Reparaciones urgentes: aquellas que afectan la salud, la seguridad o la posibilidad de habitar el inmueble. Ejemplos: rotura del calefón en invierno, pérdida de agua importante, gas. Si el dueño no responde en 24 horas desde que fue notificado, el inquilino puede mandar a hacer la reparación (por su cuenta) y luego pedir que el propietario lo reembolse.
Reparaciones no urgentes: molestias o deterioros que no ponen en riesgo inmediato la habitabilidad. Tienen un plazo algo mayor (por ejemplo, 10 días) para que el dueño los atienda desde que fue notificado.
Para que no suene tan abstracto, algunos ejemplos que se repiten:
| Situación | Quién paga si… | Observaciones |
|---|---|---|
| Se rompe un artefacto (por ejemplo, el calefón) sin que lo haya dañado el inquilino | El dueño | Es responsabilidad conservar lo esencial para vivir. |
| Se daña una persiana debido al uso normal (vejez, desgaste) | El dueño | No es mala voluntad, es desgaste natural. |
| La persiana se rompe porque se la forcejeó, se le dio un uso indebido | El inquilino | En este caso hay responsabilidad por daño. |
| Filtraciones, humedad, instalaciones eléctricas malas que representan riesgo | El dueño debe responder | Especialmente si no fue causado por el inquilino, son defectos de conservación. |
El conocimiento de la ley te da herramientas, pero también es clave la actitud, la comunicación, la formalidad. Estos pasos te ayudan a protegerte:
Notificá al dueño o inmobiliaria apenas veas el problema. Mandá fotos, videos, un mensaje escrito, por correo o el medio que figure en el contrato. Dejar registro importa.
Determiná si es urgente o no urgente según la ley, para saber qué plazo legal aplica.
Si el dueño no atiende lo urgente en el plazo legal, podés hacer la reparación vos y pedir que te reintegren el gasto. Siempre documentando con facturas.
En casos de reparaciones no urgentes, esperá el plazo correspondiente, si no se cumple, comunicá de nuevo formalmente.
Cuando firmes el contrato, revisá si hay cláusulas que estipulan claramente quién se hace cargo de qué daños. Una mala redacción puede traer problemas.
Hacé un inventario detallado al entrar: fotos, estado de cosas, lo que funciona y lo que no.
Guardá todos los comprobantes de lo que pagues o hagas, y todos los mensajes con dueño/inmobiliaria.
Negociá cláusulas si algo te parece injusto: por ejemplo, qué se considera “uso normal”, qué arreglos menores te corresponden.
Informate: conocer la ley evita que te tomen como que ignorás y puedan pasarte gastos que no te corresponden.
Romper algo al alquilar no significa automáticamente que vos debas pagar. Si el deterioro es normal, por desgaste o defecto estructural, le corresponde al dueño. Si fue por negligencia o uso indebido, la responsabilidad es de quien alquila. Y la ley te da plazos, derechos y vías para reclamar si esos deberes no se cumplen.
En Castiñeira Salguero queremos que vos te sientas seguro al alquilar, sin sorpresas ni abusos. Si algo se rompe, no te quedes callado: conocé tus derechos, notificá, documentá, y exigí lo que te corresponde. Porque alquilar bien también es vivir tranquilo.
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